Todos hablamos del sistema, como si de algo maligno y misterioso se tratara. Veamos con más detalle esa palabra mágica.¿Existe un sistema? Por supuesto, como existió un sistema hace 500 años o hace 2000. El sistema no es más que el conjunto de instituciones, elementos autoreguladores, que mantienen una forma organizativa concreta frente a cualquier intento de cambio. O dicho de otra forma: El sistema actual no difiere( en cuanto a su definición, no en cuanto a sus valores), del sistema medieval-feudal, el romano-imperial o de cualquiera de los que han existido antes.
En la historia de la humanidad se han ido estableciendo diferentes sistemas(no en todas las épocas han existido sistemas como tales) caracterizados por su estabilidad autoreguladora, por haber conseguido incorporar a las masas una mentalidad que los hacen "sagrados", inamovibles, mientras ésta dura.
El Imperio Romano, sus valores y fórmulas, calaron tan hondo en la mentalidad de las masas de su época que aún después de la caída de todas las provincias en manos de los germanobarbaros se seguía pensando que la decadencia era algo temporal , un "mal momento". Sólo después de la destrucción de Roma por Alarico se empezó a buscar una alternativa al sistema imperial.
El sistema feudal, la dependencia de señores feudales y su carácter autoritario de origen divino, la mentalidad siervo-señor, duró siglos sin ser puesta en duda. La mentalidad democrática, igualitaria, ha alcanzado a principios del siglo XXI una aceptación popular, unos medios de autoregulacion(represión disimulada y mentalización de las masas), así como una aparente estabilidad económica de sus estructuras que le convierten en un clásico sistema.
Se ha definido el sistema como el conjunto de poderes que mantienen una organización social y de valores de forma estable.
Las estructuras sociales se han complicado enormemente, por ello no es fácil lograr un Sistema estable, exige un equilibrio de poder, logrado por presiones por psicológicas y económicas mediante una legislación coherente, no mediante la mera fuerza militar. Un poder sólo militar nunca logra crear un sistema, sino tras haber logrado triunfar sus "valores" en la voluntad de las masas.
La destrucción del Sistema sólo es posible a partir de la destrucción previa de la "mentalidad" que fundamenta a éste, en ese sentido Gramsci tiene toda la razón al considerar la lucha cultural como "previa".
Todo esto es el "Sistema" y no una conjunción siniestra de enanos. O al menos esto es lo único que puede demostrarse como real y comprensible para las masas.
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