Still Our Land

miércoles, 1 de mayo de 2013

PRIMERO DE MAYO EN MIERES: DISCURSO ¿DÍA DEL TRABAJADOR?



En primer lugar y en nombre de la asociación Asturies Non Conforme, mostrar nuestra más sincera y absoluta solidaridad para con los trabajadores de Suzuki, los de Chupa Chups, la fábrica de armas de Trubia, todo lo referente al sector naval y las amenazas del empresario indio de cerrar el horno de Aceralia. A todas luces, se trata de un panorama totalmente desolador para cientos de miles de familias españolas. Debemos añadir también que la situación actual en nuestro país sigue cayendo en picado a causa de los recortes y no tiene visos de mejorar en un futuro próximo.

El trabajador ha perdido gran parte de los derechos sociales conseguidos tras décadas de lucha y el mercado laboral en la actualidad se rige ya no en términos como “convenio” o “negociación salarial” sino en “es lo que hay” y en “lo tomas o a la calle”.

Todas las reformas laborales que ha llevado a cabo este gobierno, al igual que las tomadas por su predecesor, en un ejercicio de surrealismo laboral sin precedentes, para favorecer el empleo han abaratado el despido.

Según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, el 81% de los españoles cree que el paro está entre los 3 principales problemas de España. No es de extrañar, los números y porcentajes son realmente escandalosos. Las cifras, hoy, suenan en torno a 6.200.000 parados, es decir, más de un 27% de la población activa. El pueblo sigue dormido y los políticos y banqueros regocijándose en su dolor.


Pese a ello, los principales partidos políticos permanecen con una pasividad absoluta. Desde el comienzo de la crisis, a finales de 2007, tanto PP como PSOE han seguido la hoja de ruta marcada por la Unión Europea. Una Unión Europea al servicio de las grandes fortunas. Esas élites financieras dirigen el destino de los ciudadanos, perdiendo el pueblo la soberanía que le corresponde. Dichas élites están imponiendo un sistema  mundialista donde han dejado de existir las fronteras; tanto para personas, como para mercancías. Han convertido a las personas en números, en simples máquinas de producción y consumo. Han conseguido que la brecha entre ricos y pobres haya aumentado un 30% desde el comienzo de la crisis. Continúan pues, ejerciendo la misma guerra que han ejercido en el pasado siglo, camuflada  por sus medios de manipulación, y no es otra, que la guerra de la plutocracia, de la usurocracia contra el trabajador.

Los sindicatos, cómplices, siguen jugando al gato y al ratón con la derecha liberal y no han identificado ni denunciado los problemas del mercado laboral español. Problemas como la deslocalización industrial y las corrientes migratorias.  Sus perspectivas e intereses son otros muy diferentes. Nos continúan prometiendo la “liberación del trabajador”, pero esa liberación, inevitablemente, pasa por pasar a engrosar sus batallones comunistas, socialistas e incluso anarquistas, pero eso sí a la hora de trabajar, mejor que lo haga el vecino, que a “sus amigos” ya les buscan chollos para mangonear y robar.  A la hora de recibir subvenciones, son los primeros: como dato a tener muy en cuenta, sólo en 2011 recibieron 18.386.346 euros del Estado, o de lo que es lo mismo, de todos los contribuyentes: de nosotros. Donde los más afortunados son Comisiones Obreras y UGT. Incluidos en este derroche, como no, los sindicatos separatistas y antiespañoles.



La deslocalización sigue un eje horizontal, llevándose la producción a países asiáticos donde los trabajadores padecen unas condiciones de semi esclavitud y en los cuales no se respeta ninguna legislación medioambiental. Productos que posteriormente serán vendidos en nuestros mercados, creando una competencia desleal. Como en Bangladés que se cobra 30 euros mensuales en el mejor de los casos, como se ha visto estos días en los medios de comunicación por el trágico accidente. No he escuchado a ni un solo dirigente sindical exigir la creación de unos aranceles a esos productos fabricados con mano de obra esclava.

Por otra parte, el afortunado que posee un puesto de trabajo, -porque hoy en día es un afortunado-, ha de producir más y a un menor coste o rápidamente será sustituido, ya que existe un mercado laboral saturado. Un mercado que jamás ha bajado del 8% de parados y sin embargo nuestros políticos han abiertos nuestras fronteras a 7 millones de inmigrantes. Y no lo han hecho por humanidad, ni para cubrir puestos que los españoles no querían, ni para pagarnos las pensiones (como se solía escuchar), lo han hecho con la intención de que los salarios se mantuvieran bajos y así sus beneficios altos.

Hoy 1  de Mayo no tenemos absolutamente nada que celebrar. Hoy es un día para reivindicar y para luchar. Para luchar por aquello que creemos justo. De acabar con las pretensiones de aquellos que se enriquecen a base del verdadero trabajador y propagan una falsa lucha de clases que ha llevado a nuestro pueblo a la mayor de las vergüenzas conocidas, que le ha llevado a autoconvencerse de su falsa vulgaridad. Estamos aquí para denunciar a la izquierda retrógada y traidora y defender al trabajador honrado, libre e incorruptible. Ellos siguen insistiendo en la enfrentadora lucha de clases; nosotros en el entendimiento entre patrón y obrero. Como también nos posicionamos contra el capitalismo salvaje y deshumanizante. Ambos sistemas son culpables de la miseria de los pueblos.

Ha llegado la hora de demostrar a nuestros dirigentes que los españoles tenemos voz, que la gran mayoría de nosotros no somos representados por unos sindicatos vendidos, subvencionados a fondo perdido y que no luchan por nada que no les rente beneficio económico. Si nosotros no luchamos por lo nuestro nadie lo hará.

Debemos exigir a nuestros políticos que tomen las medidas necesarias para que la juventud asturiana tenga un futuro en su propia región. Conminamos al gobierno y a las diversas instituciones que pongan freno a la oleada migratoria y de productos alóctonos, exigimos que fomente el consumo local y sostenible.

Nuestros políticos basan sus decisiones únicamente en los deseos de quienes los manejan, la banca europea, el gobierno alemán y todos los intereses que representan olvidándose siempre de nosotros, los españoles. Somos quienes debiéramos de preocuparles y por quienes tomar las decisiones que mejor nos representasen.

No es así, y teniendo claro el que nunca nos representarán, hoy se hace imprescindible más que nunca el movimiento de las bases trabajadoras, la movilización en todos los estratos sociales reclamando nuestros derechos, exigiendo lo que en conciencia nos pertenece más allá de acuerdos globales o intereses financieros.





Ha llegado la hora de dejarnos oír, de tomar las calles pacíficamente pero con contundencia, teniendo claro que nada ni nadie nos ha regalado nunca nada, y si hemos trabajado en un pasado, hemos luchado por unas mejoras y beneficios que ya son nuestros, nadie, por muchas corbatas de Armani que gaste o mariscadas se ofrezca, nadie repito tiene potestad para arrebatárnoslos ya que ha sido su pésima gestión económica y laboral la que ha causado esta situación que únicamente los trabajadores padecemos.

También queremos denunciar la apropiación por parte de las organizaciones de extrema izquierda de las reivindicaciones sociales y laborales. La lucha social no es patrimonio suyo, como tampoco la bandera española lo es de la derecha. Somos nosotros quienes exigimos la prioridad en todos los ámbitos para el trabajador español, para la gente de casa. Y lo decimos bien claro, sin avergonzarnos, porque somos nosotros quienes luchamos por los nuestros y los nuestros forman la España que amamos y defendemos. Y no vamos a ceder ante las amenazas, los chantajes o la violencia de la izquierda totalitaria y antidemócrata.

Contra la derecha por antisocial, burguesa y reaccionaria. Contra la izquierda por apátrida y amoral.

¡¡PUXA ASTURIES!! ¡¡ARRIBA ESPAÑA!!






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