Día del Orgullo Gay: Manual sobre cómo hacer el Payaso.

En estas fechas veraniegas, día sí y día también se celebra una continua espiral de fiestas y tradiciones por toda la geografía española. En este año 2013, la casualidad ha hecho coincidir las fiestas de San Fermín y del Orgullo Gay.

En el caso de la fiesta navarra, nos encontramos un claro ejemplo de una tradición convertida en degeneración con una pésima imagen de consumo incontrolado de alcohol como forma de atraer turistas.

Pero cuando hay que referirse a la celebración del Orgullo Gay, nos encontramos con una de esas nuevas fiestas con las que el sistema nos trata de imponer su escala de pseudo-valores.

Se nos trata de vender que el "Orgullo Gay" es tan sólo una celebración con la que la comunidad homosexual ( me gustaría que algún día me explicaran porque reclaman que la sociedad les considere normales a pesar de que ellos mismos son los primeros en segregarse), pide respeto para su tendencia sexual( eso sí, manteniendo un profundo odio hacia quienes no piensan como ellos), y exigen los mismos derechos que las personas heterosexuales( aunque eso signifique pasarse por el forro las leyes de la naturaleza y construir una a su propio gusto, imagen y semejanza como si de dioses griegos se tratara).

Creo ser consciente de que muchas personas homosexuales, y con razón, rechazan este esperpento sectario del día del orgullo gay, es más, no estaré muy lejos de acertar cuando afirmo que amén de las "reinonas" y "locazas", la mayoría de asistentes ni siquiera son homosexuales, sino miembros de ese apestoso movimiento "moderno" conocido como "progres" caracterizado por su falta total de valores morales y una total intolerancia hacia todo aquello que se opone a su vacía conciencia y a su carente formación ideológica.

Pero la realidad es que el "Orgullo Gay" supone un negocio para el PP (que es quién permite estas "celebraciones" y quién subvenciona esos esperpentos circenses en la vía pública), o llámese

 PSOE o IU ( quienes les han convertido en un poderoso arma para destruir los valores tradicionales y convertir la sociedad actual en su modelo). Y donde gobierna el dinero, la corrupción, el poder político  es decir, por ejemplo, nuestra sociedad actual, se considera ya normal.

La libertad y dignidad de los seres humanos deben ser defendidas, pero eso en contra de lo que nos quieren trasmitir, no significa que todo pueda tolerarse, ni que tengamos que aplaudir las aberraciones lamentables de un puñado de indeseables, incapaces de comprender de que son manipulados por poderes económicos y políticos que están muy por encima de ellos, y que por supuesto, sacan mucha tajada de sus mamarrachadas.

Si los asistentes al "Orgullo Gay", pensaran más en lo que hacen y por qué, tal vez cayeran en la cuenta de que un político afianza su cargo cada vez que ellos hacen el ridículo en la calle mientras enseñan los genitales o se pasean en ropa interior.